Escándalo de corrupción remece al gobierno del primer ministro Abe en Japón
El Ministerio de Finanzas alteró documentos para excluir a la pareja y al titular de la cartera en venta irregular de tierras.
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El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, enfrenta uno de los peores momentos de sus seis años de gestión por un escándalo de corrupción que ha hecho tambalear a su administración.
El Ministerio de Finanzas del país admitió ayer haber alterado documentos, en catorce oportunidades, para excluir el nombre del premier, de su esposa Akie y del titular de la cartera, Taro Aso, relacionados a la venta de terrenos estatales a Moritomo Gakuen, una controvertida institución educativa que promueve ideas ultranacionalistas.
Abe siempre ha negado cualquier nexo con la venta de tierras y haber favorecido a Moritomo. De hecho, el Ejecutivo dejó la puerta abierta para una eventual renuncia si la evidencia termina por señalarlo.
Japón sin Abe
El caso se dio a conocer el año pasado y, de inmediato, mermó drásticamente la popularidad del primer ministro.
Ahora, ad portas de las elecciones en septiembre del líder del Partido Liberal Demócrata, tiene en juego su permanencia frente a la organización.
Si logra salir airoso, podría convertirse en el premier nipón con más tiempo en el poder.
Según Capital Economics, un eventual fin del mandato de Abe no tendría gran impacto para la economía japonesa. “Abe ya se ha asegurado la reelección del gobernador del Banco de Japón, (Haruhiko Kuroda), así como el nombramiento de sus dos nuevos sustitutos. Por ende, un nuevo primer ministro haría poca diferencia al curso de la política monetaria”, apuntó ayer la firma consultora.
Por el momento, el escándalo se ha cobrado la dimisión del director de la Agencia Tributaria, Nobuhisa Sagawa, quien en el momento de la operación se encargaba de gestionar la venta de terrenos estatales.
Disculpas
En el centro del escándalo están unos terrenos comprados en 2016 por el centro de estudios Moritomo Gakuen, a quien le fueron vendidos por un precio inferior a su valor de mercado. El instituto habría pagado 134 millones de yenes (US$ 1.260.000) por tierras que tenían un valor de 856 millones de yenes.
La operación desencadenó acusaciones de favoritismo debido a que Akie Abe era una de las personas que entregaba donaciones al centro e iba ser nombrada directora honoraria.
“Pido perdón a todos”, dijo el primer ministro. “Esta situación podría sacudir la confianza en toda la administración. Me siento muy responsable como jefe de gobierno”, añadió. Asimismo pidió al ministro de Finanzas, Taro Aso, que clarifique lo ocurrido y se asegure de que no vuelva a suceder.